EDIFICIO DE 252 VIVIENDAS Y LOCALES (VALENCIA)
PROYECTO DE REPARACIÓN DE FACHADAS, SÓTANOS Y CUBIERTAS DE LOS EDIFICIOS SITOS EN LA AVENIDA MAESTRO RODRIGO Y CALLE ARTURO BALLESTER DEL BARRIO DE CAMPANAR
El Proyecto
Proyecto que supuso una reparación en Fachadas, subsanación de entrada de agua en Sótano y arreglo de las Cubierta para evitar filtraciones.
Intervención en fachadas: supuso la eliminación del mortero de unión entre los ladrillos cara vista dada su pobreza en cemento y que estaban experimentando un vaciado progresivo, incluso llegando al punto de producir «chorretones» en fachada como consecuencia de las inclemencias meteorológicas.
Entrada de agua en sótano: se producía una importante entrada de agua a través de los muros de sótano durante las épocas de lluvia por empapamiento de los jardines que circundan toda la comunidad, constituyendo el caldo de cultivo para dirigir el agua hacia el trasdós de los muros y por los poros del muro al interior de los garajes. Había que taponar esa vía de agua.
Arreglo de cubiertas: se buscaron 2 alternativas, para el caso de las cubiertas no transitables que actuaban de techo de los locales comerciales de planta baja, se optó por la retirada completa de la antigua cubierta para hacer una nueva. Para el caso de las azoteas de cierre del edificio en planta última, se optó por el doblado de una nueva impermeabilización y pavimento.
Ejecución del Proyecto
La Dirección de Ejecución de obra así como la Coordinación de Seguridad y Salud durante la Ejecución por parte de Óscar Mata Zaragozá fue muy exhaustiva con visitas diarias al edificio para marcar, controlar y asegurar cada trabajo, así como la medición de cada uno de ellos para ajustar los trabajos al Presupuesto que la Comunidad tenía marcado. Se redactó además un dosier mensual a modo de diario de obra donde se recogían todas las intervenciones, acompañadas de pequeños comentarios y gran número de fotografías y planos, todo ello con el propósito de que todos los vecinos superieran exactamente la dimensión de la obra en cada unos de los bloques.
En líneas generales, la intervención en fachadas fue: limpieza de fachada con agua a presión de todas las fachadas Norte y algunas otras que se consideraron muy degradadas, reposición del mortero mediante mortero ensacado predosificado M-7,5 y posterior aplicación de un hidrogugante o repelente al agua.
La intervención en los sótanos fue mucho más difícil de llevar a cabo. Tras innumerables propuestas se optó por la inyección de unas resinas aquoreactivas que taponaban los posibles poros o grietas que pudieran dar lugar a entradas de agua, las resinas al entrar en contacto con el agua aumentan de volumen y cierran las vías de acceso del agua. Finalmente la intervención resultó todo un éxito y a día de hoy no existen filtraciones de agua.
La intervención en cubiertas a nivel de planta baja supuso la modificación de las pendientes de evacuación para asegurar la correcta eliminación del agua. Cabe destacar la intervención en las manasardas (elemento de remate/coronación de antepecho de cubierta) y que son el símbolo del edificio. Tras muchos apuntes por parte de los vecinos en relación a la existencia de arrugas en la lámina asfáltica vista de color verde, se ideó un sistema de ejecución por tramos de 1 metro solapadas entre sí, que dio lugar a un resultado uniforme y de aspecto estético impecable.
Las intervenciones en el interior de las viviendas supusieron un gran trabajo de llamadas y coordinación de horarios con los propietarios para concretar con ellos el mejor momento para llevar a cabo las reparaciones en sus viviendas, todo ellos con el fin de evitar alterar lo mínimo posible su vida normal. Sin duda poner de acuerdo a 252 vecinos fue un trabajo arduo y difícil, pero al final de la obra fue gratificante al recibir el agradecimiento de infinidad de personas.