Local destinado a la valorización y degustación de productos de huerta
Se trataba en origen de un secadero de chufas propiedad de la familia Belloch, ellos plantaban, cultivaban y recolectaban su propia chufa, la secaban y la vendían, pero en los tiempos que corren decidieron darle al negocio una vuelta más de tuerca y arriesgar. No fue fácil puesto que la huerta de Alboraya tiene sus condicionantes, pero puesto que son una familia de agricultores, que además de chufa, cultivan calabazas, cebollas, sandías, etc., decidieron abrir un local donde además de degustar horchata se pudiera desgustar muchos más productos de huerta de cultivo propio.
Los inicios y todo el proceso tanto para los técnicos que intervinimos como para la propiedad no fueron tarea fácil.Tuvimos que convencer a las autoridades de lo atractivo del Proyecto, del potencial de la actividad, de lo que iba a suponer para la localidad, y, lo que es más importante, lo respetuoso y sostenible que iba a ser con el medio ambiente.
A día de hoy organizan inlcuso visitas guiadas para turistas y escolares, rodeado de campos de chufas y de naturaleza, sitúan al local en un enclave privilegiado, donde la luz es la gran protagonista, tanto si se disfruta desde el exterior como desde interior a través de la luz que entra por sus grandes ventanales.
El exterior presenta una zona de terraza y zona de juegos para los más pequeños. El color predominante es el blanco quedando en perfecta armonía con el entorno.
El interior es sencillo y elegante, donde predominan el oscuro del suelo y los blancos en paredes y techos.
Tanto el Proyecto de Actividad-Reforma como la Dirección de obra y la Coordinación de Seguridad y Salud durante la Ejecución fueron llevado a cabo por parte de Óscar Mata Zaragozá.